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viernes, 25 de mayo de 2012

La conversión psicodélica de The Beatles

Un artículo de Jano Delgado



   Es casi imposible buscar un adjetivo para valorar la influencia de The Beatles en la historia del rock. Para este artículo nos centraremos en el gran cambio que dio la formación de Liverpool entre 1965 y 1966 y que daría lugar a un álbum, ‘Revolver’, que se convertiría en poco menos que el paradigma para gran parte de los grupos de su tiempo, inaugurando un sonido nuevo que ya parecía intuirse en su anterior LP, ‘Rubber Soul’.

    Hablar de The Beatles siempre es difícil. Hoy es un grupo venerado por la inmensa mayoría de la crítica y el público, pero sigue habiendo un pequeño sector que los repudia, algo que parece inconcebible. Que The Beatles no se quedaron en el perfecto beat pegadizo de ‘She Loves You’ y que marcó el que, posiblemente, fue el mayor punto de inflexión en la historia del rock es lo que intentaremos esbozar en estas páginas. De donde, esperamos, pueda sacarse una conclusión clara: no sabemos si The Beatles es el mejor grupo de la historia del rock... pero lo parece. Aunque siempre se ha hablado de la historia de The Beatles como una historia de la buena suerte, y sin duda la tuvieron, lo cierto es que los comienzos de los cuatro de Liverpool no fueron tan sencillos como pudiera parecer en un principio. En los Estados Unidos, la banda no tuvo sino estrepitosos fracasos en sus primeras giras. Sin embargo, en 1964 ya serían los reyes absolutos de la música popular. A comienzos de 1964 su discográfica, Capitol, decide jugarse más de 50.000 dólares en una nueva gira de los Beatles por los Estados Unidos, a pesar de los previos fracasos. Por aquel tiempo, los Beatles ya son ídolos en Inglaterra, aunque les faltaba conquistar el mercado estadounidense. Esos 50.000 dólares fueron a la promoción de ‘I Want To Hold Your Hand’, que tuvo una buena acogida lo cual les llevó a Nueva York para actuar en el emblemático programa de televisión de Ed Sullivan, que resulto ser seguido por más de 60 millones de telespectadores. En marzo de ese mismo año, The Beatles sitúan cinco singles en el top ten americano. Así, The Beatles fueron los primeros ingleses en triunfar en Estados Unidos de forma masiva. La razón o las razones de este éxito son difíciles de explicar: sin duda, la buena suerte jugó una baza primordial, aunque achacar el triunfo de los Beatles a solo ésto sería una manera injusta de minimizar la cuestión. The Beatles abrieron el camino a muchas otras bandas de una nueva forma de hacer rock, primero porque demostraron que se podía hacer música popular al margen de bandas como los Shadows y cantantes como Cliff Richards; segundo, porque The Beatles demostraron que en Inglaterra también se podía hacer rock and roll. El R&R tuvo enorme éxito en Gran Bretaña a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, pero hasta los cuatro de Liverpool no hubo ninguna banda inglesa en esa tradición (exceptuando, quizás, algún tema de los Shadows). The Beatles, ya desde los comienzos en The Cavern, el mítico club de Liverpool, fueron originales de algún modo.


    Durante su etapa en The Cavern Si bien es cierto que al comienzo su repertorio se basaba en grandes clásicos del rock and roll de Chuch Berry o Prestley, no es menos cierto que llevaron importantes innovaciones a la música rock inglesa: aunque el R&B típicamente negro contaba con un mercado en Estados Unidos, en Gran Bretaña nunca contó con demasiado apoyo comercial, y sin embargo, Lennon era un fanático de los grandes grupos vocales negros de R&B americano, y su idea, en lo que luego se basó en gran parte su triunfo mundial, fue el uso de las armonías vocales de estos grupos de R&B negros (como, por citar alguno, The Drifters) al rock and roll. Así pues, cuando The Beatles empezaron a cantar aquellos clásicos, con esas hermosas armonías vocales heredadas del R&B negro, supuso una grata sorpresa para el público británico, que no estaba familiarizado con tales sonidos. Sin embargo, esto también sería algo que, de cierta manera, minimizaría el problema del impacto de los Beatles en la música popular occidental. Lo realmente importante, pensamos, es que algo tuvieron The Beatles que no tuvo ningún otro grupo de su tiempo. Pero volvamos a 1964… La beatlemanía es un hecho a finales de 1964, y aún más claro a mediados de 1965, cuando la banda estrena un nuevo film y un álbum que, aún siguiendo las coordenadas de sus anteriores trabajos, ya se dejan intuir algunas pautas que marcaran sus obras posteriores, que acabarían por cambiar la historia del rock. Tal álbum fue el mítico ‘Help!’, que vio la luz en agosto de 1965. Help!’ supone un pequeño punto de inflexión en la obra de los Beatles, que tras su gira por los Estados Unidos, en la que descubren algunas bandas de rock que luego serán importantes, se dan cuenta de que hay que dar un paso siguiente dentro de su estilo. Para ello será esencial Bob Dylan. Lejos de intentar marcar quién influjo a quien, pues caeríamos en la aporía del huevo y la gallina, lo cierto es que las relaciones entre Dylan y los Beatles son tan importantes como fascinantes. En 1964, mientras los Beatles están poniendo patas arriba el rock en los Estados Unidos, Dylan se encuentra de gira intentando cambiar la historia con una propuesta mucho más arriesgada que la de los Beatles, el folk. Sin embargo, cuál sería su sorpresa cuando vio que cuatro chicos de Liverpool habían colocado ocho singles en el top ten americano, y en ese momento comprendió que la historia ya había sido cambiada. Dylan, el gran profeta del folk, la protesta y la contracultura, decidió electrificarse a la forma de los Beatles (aunque también sería esencial para este cambio el éxito que tuvo una banda como The Byrds, también eléctrica, con su canción ‘Mr. Tambourine Man’). Por su parte, The Beatles tuvo en Dylan, aunque también en los Byrds, su máxima fuente de inspiración para ‘Help!’, y no porque la banda se decidiera a hacer algunos temas de folk rock, que también, sino más bien porque The Beatles, y especialmente Lennon, comprendió con Dylan que había que dejar las canciones beat de amor adolescente para ir un paso más allá. O dicho de otra forma, se podían hacer grandes canciones al margen de los perfectos temas bailables de amor. Así, ‘Help!’ es importante justo por eso, porque es el primer álbum de los Beatles que contiene algún tema más introspectivo (aunque en ‘The Beatles For Sale’ ya parecía intuirse esta dirección, pero no de forma tan patente como en ‘Help!’). La influencia de Dylan es clara en el melancólico tema de Lennon ‘You’ve Got To Hide Your Love Away’, pero también son introspectivas las seminales ‘Help!’, en la que Lennon parece estar demandando ayuda urgente, o ‘Yesterday’… No obstante, a pesar de algún tema, este sigue el desarrollo lógico de los anteriores discos de The Beatles, principalmente porque, aun siendo una joya, no deja de ser un álbum de ‘perfectas canciones de amor adolescente’. 1965 es un año esencial para la historia del rock. En Inglaterra los Rolling Stones graban ‘The Rolling Stones, Now!’, ‘Out Of Our Heads’ y ‘December's Children (And Everybody's)’, The Who graban su debut ‘The Who Sings My Generation’, los Kinks el ‘Kinda Kinks’, The Pretty Things graban su debut homónimo y el ‘Get The Picture?’, The Yardbirds los magníficos ‘For Your Love’ y ‘Having A Rave Up’ y The Animals el ‘Animals On Tour’ y el ‘Animal Tracks’… y en los Estados Unidos, Dylan graba sus dos primeros álbumes con acompañamiento de banda de rock, ‘Bringing It All Back Home’ y ‘Highway 61 Revisited’, The Byrds graban ‘Mr. Tamborine Man’ y ‘Turn, Turn, Turn’, The Beach Boys editan ‘Today!’ y ‘Party!’, o Lovin’ Spoonful el ‘Do You Believe In Magic?’… Estaba claro que algo se cocía dentro de la música popular.


     La aparición de ‘Help!’ también fue clave en el desarrollo del rock, pero aun más lo fue el siguiente trabajo de la banda de Liverpool. Los Beatles tenían un feroz contrato con Capitol, que les obligaba a grabar dos álbumes por año y 1965 no sería una excepción: tras la edición de ‘Help!’ en verano de 1965, la discográfica obligó a The Beatles a hacer otro álbum para las navidades de ese mismo año. Ese álbum marcaría el inicio del cambio más importante que dio el rock en aquellos años, y se llamaría ‘Rubber Soul’. 
    Llegados a este punto, lo lógico sería preguntarse qué es lo que paso entre agosto y diciembre de 1965 para que The Beatles diesen un paso tan esencial y maduro como el que llevaron a cabo. La respuesta es compleja. Con el tiempo parece increíble que semejante obra maestra se hiciese con prisas y en plazos tan estrechos: cuando comenzaron las sesiones de grabación, a medidos de octubre, el grupo tenía muy pocas canciones escritas, por lo que se vieron en la obligación de componer más de una decena de temas en apenas un mes. En octubre de ese mismo año, la Reina de Inglaterra les condecora con la Medalla del Mérito Británico por su contribución a la industria musical de su país. Desde ‘Help!’ la banda había apostado por la experimentación en las sesiones de grabación, pues grababan tomas e iban enriqueciendo el resultado hasta dar con la fórmula perfecta, algo que ya se repetiría en los siguientes discos del cuarteto, pero la experimentación nunca se había dado tan claramente como se dio en ‘Rubber Soul’. Por esos años, el trío de compositores del grupo (Lennon, McCartney y Harrison) eran auténticos devoradores de música, y todo lo que oían les influía de alguna manera. Esto se me antoja esencial para entender el gran cambio que se produjo en el seno de la banda. ‘Rubber Soul’ fue esencial por varios factores, por un lado, mostraba al mundo a unos nuevos Beatles, o dicho de otro modo, mostraba de lo que era capaz el cuarteto. Por otro lado, adelantó una nueva forma de ver el rock: la psicodelia. Poco importa si ‘Rubber Soul’ fue o no el primer álbum psicodélico de la historia del rock, lo verdaderamente importante es que acercaba al gran público una nueva forma de hacer y entender el rock. En Estados Unidos, hacia 1964 o 1965, el nacimiento de la psicodelia era poco menos que un secreto a voces. Efectivamente, California se había convertido en la parada obligatoria de cualquier joven que quisiese luchar contra la represión del conservadurismo americano o contra la Guerra de Vietnam o a favor del derecho de los negros. Ellos demandaban ‘una nueva moral’, en la que el amor y la libertad ocuparan el centro de su filosofía, demandaban del mismo modo una cultura propia, hecha por los jóvenes para los jóvenes, en la que el rock sería la forma cultural, quizás, más importante. Una filosofía, o si se quiere, una forma de vida, en la que las drogas serían determinantes como forma de huir de un mundo que ha desmotivado a la juventud. 
    Esta nueva forma de vida contra la ‘violencia’ en la democracia conservadora americana genera en 1965 una masiva desobediencia civil (primero negra y después blanca), cuyo primer ejemplo sería, por ejemplo, el quemar las cartillas de reclutamiento para ir a Vietnam. La universidad se convirtió en el centro neurálgico de este movimiento. Paralelamente, Timothy Leary se convirtió en un gurú del moviendo pre-psicodélico con sus estudios sobre las drogas (‘La Experiencia Psicodélica’ y ‘Rogativas Psicodélicas’), y su consecuente experimentación con las propias drogas. En ese contexto es en el que hay que ubicar ‘Rubber Soul’ que, aunque fue diseñado y creado al otro lado del Atlántico, contiene importantes influencias americanas. No hay que olvidar que en los meses previos a las sesiones de grabación de ‘Rubber Soul’, los Beatles estuvieron de gira por los Estados Unidos, y parece indudable que vieron de cerca cómo se convulsionaba la sociedad juvenil americana en ese tiempo. Por otro lado, todo parece indicar que vieron o escucharon nuevos grupos, que hacían una música novedosa (The Byrds, que alcanzaron éxito en Inglaterra en la primavera del 65, o algún otro grupo de la Costa Oeste), y tuvieron acceso a distintas drogas. Así, a comienzos de 1965, los Beatles están habituados a diferentes drogas blandas, sobretodo a la marihuana, pero todo parece indicar que fue en Estados Unidos donde tuvieron acceso a las primeras drogas genuinamente psicodélicas, y en especial al ácido lisérgico (LSD) que, por aquel tiempo, aún era legal en algunos estados, California entre ellos. La influencia de las drogas (especialmente del LSD) en ‘Rubber Soul’ es tan clara como esencial para el resultado final, algo que ya se aprecia desde la misma portada, con una imagen distorsionada del cuarteto, como visto a través de los ojos de un individuo en un viaje de ácido. Los que más experimentaron con el LSD durante las grabaciones del disco fueron George Harrison y John Lennon, especialmente éste último, que incluso parece ser que estuvo obsesionado con la lectura de ‘La Experiencia Psicodélica’ de Leary. El LSD liberó, de cierta forma, la creatividad del grupo. Con todo, lo que aun hoy sigue sorprendiendo de ‘Rubber Soul’ , al margen de la calidad de los temas, es el alto grado de experimentación musical que contiene, algo que junto a las drogas marcaría buena parte de la producción posterior del cuarteto. Es decir, aunque ‘Rubber Soul’ siempre ha sido visto como un eslabón entre el pop comercial de ‘Help!’ y el estilo innovador y experimental de ‘Revolver’, lo que queremos constatar es que si bien es cierto que supone una ruptura con respecto a ‘Help!’, también es cierto que ‘Revolver’ es el desarrollo lógico de ‘Rubber Soul’, porque éste quizás no sea tan experimental como ‘Revolver’, pero sí que es igualmente innovador. Decíamos antes que los Beatles, en 1965, son una auténtica esponja de sonidos e influencias, pero no sólo americanas, sino también británicas. Es innegable la influencia de Dylan en ‘Day Tripper’ (single aparecido entre las ediciones de ‘Help!’ y ‘Rubber Soul’ claramente influido por el ‘Positively 4th Street’), pero también en el single ‘I Feel Fine’, por ejemplo, es igualmente innegable la influencia del sonido de la guitarra del joven Clapton de los Yardbirds y ocasional miembro de los Bluesbreakers de John Mayall. ‘Drive My Car’, el tema de McCartney, con ayudas de Lennon, que abre ‘Rubber Soul’ . Es un rock alucinante y algunas frases de guitarra recuerdan al ‘Respect’ de Otis Redding. La maravillosa ‘Norwegian Wood’, de Lennon, con una letra colosal, contiene un sitar tocado por Harrison (que pudo estar influido por la afinación que tenía Dave Davies de su guitarra, aunque todo parece indicar que fue causa de la fascinación que le produjo a Harrison su uso por Jeff Beck, entonces guitarra solista de The Yardbirds). O también es destacable la posible temática política de ‘Think For Yourself’ de Harrison, con un tremendo bajo fuzz de McCartney, o el rock de ‘The Word’ siempre tachado de tema estúpido pero que tiene claves sobre el ‘deber’ del hombre de volverse un ser pensante, lo que en realidad es toda una declaración de principios. O la balada ‘Michelle’ que aunque fue compuesta como una parodia de las canciones de amor francesas ha pasado a la historia como una de las más bellas canciones jamás grabadas. ‘What Goes On’, cantada por Ringo, es un tema influenciado por el folk rock o, incluso, el country rock, o ‘Girl’, preciosa balada en la que Lennon introduce alguna referencia al catolicismo (cuyas contradicciones le preocupaban bastante) y en la que se repite de forma hipnótica y constante la palabra ‘tit’, ‘teta’… Para ‘I’m Looking Through You’, McCartney se doblo su propia voz, creando un efecto realmente magnífico, y para la tremenda ‘In My Life’, el piano de George Martin se grabó a posteriori, al doble de velocidad, para que tomase ese sonido como de clavicordio barroco, además de tener una letra claramente biográfica de Lennon. ‘Wait’, al parecer, fue una canción inicialmente pensada para ‘Help!’ (así eran los descartes de esta banda, un tema que muchos grupos soñarían…). ‘Run For Your Life’ es el tema que cierra ‘Rubber Soul’, y es una canción que Lennon hizo en muy poco tiempo por las prisas de grabar el álbum, razón por la que nunca le gustó, sin embargo es un tema tan lleno de vida como maravilloso. Así, ‘Rubber Soul’ supuso un hito en la carrera de los Fab Tour, no sólo porque fue un álbum casi ‘orgánico’, en el sentido de que parecía tener vida propia, sino porque supuso el comienzo de una forma de hacer música de forma más o menos experimental, algo que los Beatles desarrollarían con un enorme éxito es su siguiente largo, ‘Revolver’, editado en agosto de 1966. Con ‘Rubber Soul’, The Beatles logran el respeto tanto de la crítica como del público más maduro, e incluso, logran el respeto de buena parte del movimiento underground.



 'Revolver’ es, posiblemente, el álbum más importante realizado por los Beatles para su propio desarrollo musical como grupo, y es que, lejos de entrar en la cuestión de cuál era su mejor disco, lo importante es que fue un álbum revolucionario. Arrancaba, se podría decir, desde un punto iniciado por ‘Rubber Soul’, o si se prefiere, llevó las claves compositivas de éste a una dimensión desconocida por las bandas de rock hasta ese momento. La situación de los Beatles en ese tiempo era ‘cómoda’, eran los reyes absolutos del rock, e incluso, tenían buena parte del público underground rendido a sus pies, aunque les alejó considerablemente de la gente la decisión de no volver a tocar en directo. Esta polémica decisión vino como consecuencia directa de la experimentación a la que los Beatles sometían a sus composiciones. Habían comprendido que las posibilidades que les ofrecía el estudio no eran compatibles con lo que ellos podían ser capaces de ofrecer sobre un escenario. Esto ha provocado diversa literatura sobre la mediocridad de la banda como instrumentistas, algo tan absurdo que apenas merece un comentario al respecto (las líneas de bajo de McCartney han inspirado a todos los bajistas de su generación, por poner un ejemplo). Bueno, quizás sea ‘Revolver’ el mejor ejemplo para entender la arriesgada decisión de los Beatles. Este disco de 1966 es, sin duda, uno de los mejores discos de la historia del rock, y posiblemente el mejor de los Beatles en muchos aspectos, además de ser uno de esos álbumes que llegaron a influir no sólo en el sonido de gran parte de las bandas posteriores, sino también en una forma nueva de entender la música, o mejor, entender las posibilidades que un estudio de grabación podía ofrecer a un grupo de rock. La experimentación en estudio llevada a cabo en ‘Revolver’ abrió la puerta a las primeras bandas psicodélicas (Pink Floyd, los Small Faces más complejos…) y progresivas (los Soft Machine de Daevid Allen, por ejemplo…) Hubo un cambio en las composiciones, eso es indudable, una especie de maduración a pasos de gigante que en un año exacto (‘Help!’ es de agosto de 1965) los Beatles habían dado. y como ocurrió en 1965, 1966 fue un año glorioso para el rock: en Estados Unidos, Dylan graba el mágico ‘Blonde On Blonde’, The Mothers Of Invention de Zappa el seminal ‘Freak Out!’, The Byrds el ‘Fifth Dimension’ (con ‘Eight Miles High’), Simon & Garfunkel el ‘Sound Of Silence’, también es el año del ‘Pet Sounds’ de los Beach Boys, y el año en que 13th Floor Elevators, Jefferson Airplane, Love o The Mamas & The Papas graban sus respectivos discos debut… pero en Inglaterra la cosa no es menos dulce, con el ‘Aftermath’ de los Stones, el ‘A Quick One’ de The Who, los ‘Kinks Kontroversy’ y ‘Face To Face’ de The Kinks, el ‘Fresh Cream’ de Cream, o el debut de Small Faces… y realmente, entre todos, ‘Revolver’ ocupa un lugar privilegiado. ‘Revolver’ muestra a los cuatro de Liverpool en la cumbre de su creatividad. 
    Aunque muchos grupos de la época comenzaron a ver la importancia de las posibilidades sonoras que un estudio podía dar, fueron los Beatles los que mejor respondieron a estos avances tecnológicos. Para ‘Revolver’ (también antes para ‘Rubber Soul’) la banda consiguió que se hiciera realidad el sueño de cualquier músico: dinero, lo que significaba un estudio con los últimos avances tecnológicos y, sobretodo, un número ilimitado de horas en el estudio de grabación. Esto permitió al grupo experimentar con cada instrumento, con el equipo a su disposición y con sus propias ideas, lo que favoreció que llegaran a ‘descubrir’ ciertos sonidos que hasta entonces nunca se habían llegado a grabar (el loop, la posibilidad de grabar con cintas hacia atrás e introducir nuevas sonoridades que se podrían etiquetar como ‘efectos especiales’…), de los que los Beatles fueron, le pese a quien le pese, los inventores. Para esto, especialmente para las nuevas sonoridades, fue esencial, primero, el uso de drogas psicodélicas, pues no hay que olvidar que ‘Revolver’, como toda obra artística, hay que encuadrarla en un contexto, en este caso los meses previos, y de mayor convulsión, al Verano del Amor; y segundo, George Martin, que ayudó al cuarteto en la búsqueda y puesta en funcionamiento de tal experimentación. Es decir, ‘Revolver’ es el gran álbum psicodélico de los Beatles, porque además de sus sonidos, se encuadra dentro de una cultura cuya ideología está basada, en buena parte, en el uso y abuso de las drogas. ‘Taxman’, de Harrison, tomaba un ritmo similar al de la serie televisiva de Batman, para reflexionar sobre los impuestos, y en la que McCartney está soberbio. ‘Eleanor Rigby’ es, directamente, una de las mejores composiciones de la historia de la música popular, para la cual la banda que sólo hace las partes vocales, se acompaña de cuatro violines, dos violas y dos violoncelos, para un irrepetible estudio acerca de la soledad. O ‘I’m Only Sleeping’, de Lennon, cuyo efecto hipnótico se logró con una guitarra grabada hacia atrás, y se consigue que la música acompañe al estado anímico, cansado y risueño, de Lennon. Por su parte Harrison, escribió su primera canción para sitar, ‘Love You To’, al que le acompañaba un músico tocando la tabla y el efecto indio fue impecablemente conseguido. ‘Here, There And Everywhere’ fue inspirada a McCartney por medio del tema ‘God Only Knows’ de los Beach Boys. O la mítica ‘Yellow Submarine’, con unos efectos sonoros increíbles (burbujas en un vaso con una pajita, remover agua en un cubo para el efecto del océano, eco a la voz de Ringo simulando hallarse en un submarino…), y aunque se ha dicho que tiene un poso lisérgico, lo cierto es que parece que fue pensada, realmente, como una canción infantil. Y ‘She Said, She Said’ que, sin duda, es un claro ejemplo de uso de drogas por parte de Lennon (que habían probado por primera vez, como todos los datos parecen indicar, con el actor Peter Fonda en 1965, en California), y aunque en un principio la letra y la música eran más agresivas (con continuas referencias a un viaje ácido), Lennon terminó por suavizarla convirtiéndola en una canción de amor. Pero también son destacables las preciosas guitarras dobladas de un tema, en principio tan intrascendente como ‘And Your Bird Can Sing’, o el toque barroco (melodías basadas en piano y clave) que se dio a ‘For No One’, tan sencilla como perfecta. Y la divertida ‘Dr. Robert’, un rock bastante clásico que hablaba sobre un médico real al que John Lennon solía acudir porque le recetaba pastillas y anfetaminas sin el menor problema… La influencia de la música negra volvía a estar presente en el tema de McCartney ‘Got To Get You Into My Life’, que parece un intento de acercarse al soul, y que es favorecido por una sección de vientos. Mención aparte merece ‘Tomorrow Never Knows’, pura psicodelia, llena de efectos que no hacían sido confirmar a The Beatles como la más grande banda experimental de su tiempo… desde las numerosas guitarras que se grabaron, algunas de ellas grabadas al revés y otras con altavoces giratorios, hasta la peculiar voz con eco de Lennon (quería que sonase “como un Lama cantando en lo alto de una montaña”), pasando por los micros puestos en el bombo para dar esas percusiones tan hipnóticas, o la saturación de la cinta, para conseguir ese sonido tan peculiar que ‘Tomorrow Never Knows’ posee, que no deja de sorprender a cada escucha, y que no deja de tener puntos en común con la música clásica contemporánea. En resumen, ‘Revolver’ convulsiona el rock… las bandas de la época descubren las posibilidades del nuevo rock, nace o, al menos se hace patente, la psicodelia. Pero también se hace patente el rock progresivo para cuyo desarrollo es esencial el gran cambio experimental realizado por los Beatles. Hoy con la luz que da el paso del tiempo, ‘Revolver’ se nos muestra como el álbum de los Beatles que, junto a ‘Rubber Soul’, mejor ha soportado el paso del tiempo, un disco que nunca deja, ni dejará, de darnos alegrías. Así pues, 1966 es un año crucial en la historia de The Beatles: es el año en que cierra sus puertas The Cavern (el inicio de la odisea), dan su último concierto en San Francisco (en el que apenas tocan 20 minutos), y graban ‘Revolver’, que expone a las claras que prefieren las posibilidades del estudio al contacto del directo, pero también que la firma Lennon/McCartney no es más que una marca, pues cada uno compone temas muy diferentes entre sí, algo que se aprecia en ‘Revolver’, pero más aún en dos singles que grabarían en 1966, tras la edición del álbum: McCartney su ‘Penny Lane’ y Lennon la colosal ‘Strawberry Fields Forever’, en la que hereda, de cierta forma, las maneras de ‘Tomorrow Never Knows’, y que marcó el principio de la imposibilidad de componer juntos. Mientras ‘Penny Lane’ es un tema relajado, en principio sencillo, dominado por un piano (aunque se utilizaron seis pianos y casi una veintena de músicos de estudio), ‘Strawberry Fields Forever’ exhibe toda la grandeza de The Beatles y un buen número de posibilidades de estudio. Escrita en España (por la misma época en que Harrison se encontraba en la India estudiando y McCartney empezaba a idear la banda sonora del film ‘Yellow Submarine’), donde Lennon rodaba una película, al comienzo era un tema muy simple para guitarra y voz, pero el tema definitivo vino de grabar la canción una infinidad de veces, añadiéndole cosas para mejorarla: primero el cuarteto, al poco una sección de vientos y cuerdas con partitura de Lennon y Martin. Lennon quería cosas de las dos grabaciones principales, que estaban grabadas a distinta velocidad, y a Martin se le ocurrió ralentizar la del cuarteto y acelerar la versión de cuerdas y vientos, hasta conseguir la misma velocidad y, casualmente, el mismo tono. Hoy es considerada una de las más grandes canciones de la historia de la música popular. 1966, además, es un año especialmente importante para Lennon. Su relación con Cynthia cada vez está más deteriorada, especialmente desde que John es adicto a la marihuana, pero una vez que Lennon comienza a consumir LSD, la relación se vuelve insostenible. El LSD fue muy influyente en John, que vio como esa droga era capaz de liberar su mente e influir así en su creación musical. Paralelamente al deterioro de su relación con Cynthia, Lennon conoce a Yoko Ono, una joven japonesa interesada en el arte y la vanguardia, a la que John verá enseguida como ‘su alma gemela’.
    Y llegamos a 1967. Otro año esencial… el año en que el rock está en la cumbre. Las diferencias entre Lennon y McCartney siguen agrandándose, y John comienza a componer de una forma muy peculiar, frente al piano con el periódico delante (no hay que olvidar que Lennon, desde 1965, parece querer ser un contador de historias, y el periódico cuenta, de alguna forma, la historia de una ciudad, y son en su sentido más profundo, ‘cultura popular’). Lennon comienza a escribir una canción sobre la muerte del hijo de Lord inglés, Lord Browne, y la escribe con frases sacadas de las historias del periódico… esa canción sería ‘A Day In The Life’ que, con la colaboración de McCartney en la composición (al parecer sería la última), la canción se trasforma, al menos así se puede ver, en una canción sobre la amistad de ambos. ‘A Day In The Life’ es la canción que cierra el mítico álbum ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’. El ‘Sgt. Pepper’ es un álbum casi imposible de describir. Complejo, experimental, estudio de la cultura occidental, temas novedosos, cierta conceptualidad… el disco salió de la cabeza de McCartney cuando alucinado por la fama que el grupo había alcanzado, fantaseó con la idea de grabar y girar con un nombre diferente y todos disfrazados, para pasar inadvertidos. Lo cierto es que McCartney ideó el álbum influenciado por dos escuchas de grupos californianos, el ‘Pet Sounds’ de Beach Boys y, sobretodo, el ‘Freak Out!’ de The Mothers Of Invention de Zappa, y a pesar de ello, es otro disco con vida propia, aunque lo de calificarlo como ‘disco conceptual’ sea más que discutible, al menos The Beatles intentaron dar esa idea. La portada supone otro hito importantísimo en la historia del rock, en la que aparecen medio centenar de personajes (algunos inexistentes), y un buen puñado de claves y símbolos que han dado lugar a numerosas interpretaciones y conjeturas (entre ellas, la más alocada quizás sea la que se ha denominado ‘la locura del Paul McCartney muerto’ que, por desgracia, no tenemos espacio para contar aquí). 
    La portada, además, representa una desjerarquización. Ahora, me voy a arriesgar con una afirmación radical: ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ es el más importante e influyente disco de la historia. Con este álbum, The Beatles consiguieron algo esencial, llevaron el espíritu, los temas y la forma de entender la música del underground al overground, o dicho de otra forma, y en palabras de Daufouy y Sarton, ‘vulgarizaron el underground’ (libro ‘Pop Music/Rock’, Ed. Anagrama, 1973). En cierta manera, a pesar de las evidentes diferencias, puede haber cierto paralelismo entre Schoenberg y la música clásica, y The Beatles y la música popular, pues si la música dodecafónica rompió las cadenas musicales que llevarían a sus últimas consecuencias otros experimentadores como Cage, el pop de los Beatles también rompió los pilares sobre los que se asentaba la música popular, y abrió el camino a nuevas bandas que hicieron de la experimentación su bandera, rock progresivo, krautrock, pero también una forma nueva de entender el pop y el rock en grupos que contarían con un apoyo importante por parte del público, de los Stones a Dylan, pasando por los Grateful Dead o Iron Butterfly. Al escuchar hoy en día ‘Sgt. Pepper’ aun sigue sorprendiendo a propios y extraños por la riqueza de las composiciones y del sonido que, hay que decirlo, se llevó a cabo con un cuatro pistas, y unas innovaciones técnicas que, si bien hoy están o pudieran estar a la orden del día, en 1967 era poco menos que impensables, o al menos, podría ser calificado de locura. Y además introducir elementos, instrumentos y sonoridades alejadas del rock, como puedan ser la música clásica, los sonidos circenses o el music hall. Además, el rock se convirtió en el principal medio de entretenimiento de la población, por encima del cine, pues aunque ya había ganado a los adolescentes, ahora empieza a ganar también a los universitarios, por las continuas referencias que empieza a haber en el pop/rock a las drogas (tanto McCartney como Lennon estuvieron continuamente colocados durante la creación del disco), a Vietnam, al Pop Art, al underground… a partir de ahí, una culturización del rock que fomenta la aparición de prensa especializada totalmente nueva. ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ se grabó durante más de 700 horas en el estudio, que se convirtió en poco menos que un laboratorio donde estudiar sonidos, un laboratorio donde The Beatles y George Martin se convirtieron en poco menos que ‘genios locos’ de esos que aparecían en las películas de ciencia ficción de los años cincuenta. Analizando cada sonido, cada silencio, todas las posibilidades, y es que no hay canción en ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ en la que no haya alguna experimentación sonora. Pero el estudio llevado a cabo por el cuarteto y Martin, no sólo afectó a los sonidos, donde todo era posible, sino también en la funda, en el orden de las canciones… todo fue sometido a un minucioso estudio para que ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ fuese entendido como una obra artística en su sentido más amplio. 
    Y todo arranca con ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’, frenético tema rock, en la que los ingenieros de grabación decidieron enchufar las guitarras directamente a la consola de grabación, sin tener que enchufarlas a un amplificador, con lo que inventaron algo luego muy utilizado en la historia del rock, la Direct Injection. Este tema trataba de una banda de vientos que hacía rock clásico en la época del gran cambio musical de 1967. Pero también está en ese disco ‘With A Little Help From My Friends’, cantada por Ringo, y que en la voz de Joe Cocker obtuvo el número uno en una gran versión, o la polémica ‘Lucy In The Sky With Diamonds’, cuyas iniciales son LSD pero que al parecer deben su origen a un dibujo del hijo de John, Julian, donde aparecía Lucy, una compañera de guardería de Julian, en el cielo con una serie de diamantes, y el resto de la canción parece basarse en textos de Lewis Carroll al cual Lennon admiraba, y la música está continuamente variando la velocidad de la cinta para conseguir los extraños efectos que sobrevuelan la canción. O ‘Getting Better’, con piano de Martin, y Harrison a un instrumento raro que trajo de la India llamado tambora. Los músicos de estudio son los protagonistas de ‘She’s Leaving Home’, una obra maestra conducida por vientos y cuerdas, introducido por un arpa, en la línea de ‘Eleanor Rigby’, aunque algo más sencilla. ‘Being For The Benefit Of Mr. Kate’ es una obra que consiguió el encanto que necesitaba gracias a la labor de productores e ingenieros, que consiguieron un conseguido ambiente circense, amén de un buen número de experimentos en estudio (como la unión de un buen número de fragmentos). ‘Whitin Whithout You’ es el tema más oriental jamás grabado por los Beatles, que en anteriores discos ya coquetearon con estas sonoridades. Tiene un conseguido ambiente beneficiado por una sección de cuerdas, mientras que McCartney consigue con ‘When I’m Sixty-Four’ un viaje a los locos años veinte, influenciado por su padre, que tocó el piano en una banda de ragtime, música con la que Paul creció, el Music-Hall. Y así, pasando por las banales ‘Lovely Rita’ y ‘Good Morning Good Morning’ hasta ‘A Day In The Life’, una de las más grandes joyas de la música popular. Aunque en realidad son dos canciones diferentes, la primera de Lennon y la segunda de McCartney, se unieron en base a una locura que se le ocurrió a Martin, llamar a una orquesta sinfónica de 40 miembros con la idea de rellenar el espacio entre las dos canciones. Martin les dijo que debían partir de una nota muy baja hasta Mi Mayor en tan sólo 24 compases… como 40 no le parecían suficientes a Lennon, se grabó cuatro veces para dar la impresión de que allí había 160 miembros. Otro detalle curioso fue que mientras que la parte audible dura 4:36, el tema completo dura 5:03, y la razón es que Lennon quiso que, al menos en la primera edición británica, hubiera un silbato de perro, de forma que no lo oirían los humanos, pero los perros si... (algo digno del mismo John Cage). Y dentro de un artículo sobre la conversión psicodélica de los Beatles se hace necesario hablar de lo que sería su siguiente obra, ‘Magical Mystery Tour’, en realidad un EP que fue banda sonora de la película del mismo título, que fue duramente criticada por los especialistas, suponiendo la primera crítica negativa que se hacía a los cuatro de Liverpool. Con todo, la banda sonora es maravillosa.


   El tema ‘Magical Mystery Tour’ alegre y pegadizo, con buenos arreglos de viento, la bonita aunque algo cursi ‘The Fool On The Hill’ de McCartney, dominada por el piano y un buen número de flautas, la instrumental ‘Flying’, la oscura e hipnótica ‘Blue Jay Way’ de Harrison… ‘Your Mother Should Know’ otro tema de McCartney basado en los años 20, influenciado por su padre, y que es un tema pegadizo y que da lugar a uno de los pilares de la obra de los Beatles, ‘I Am The Walrus’, de Lennon, liderada por el mellotron y una voz especialmente adecuada de Lennon, a lo que se sumó una partitura de George Martin para más de 15 músicos entre vientos y cuerdas que no hizo sino redondear un tema de por sí perfecto, y todo con un cuatro pistas. ‘I Am The Walrus’ es uno de los grandes temas experimentales de los Beatles, y que influyó a toda una generación de músicos, especialmente los más inquietos: Syd Barrett, Daevid Allen, Frank Zappa, Peter Hamill, Robert Fripp o Steve Howe. Tras ‘Magical Mystery Tour’, los Beatles abandonan la psicodelia como sonido clave de su obra. En su afán experimental, realizan en 1968 un doble álbum homónimo (más conocido como ‘White Album’, por su portada totalmente blanca, como si de una edición pirata se tratase) y que si bien la psicodelia solo es tocada por algún tema, y superficialmente, no así la experimentación, que se seguía desarrollando en el seno de la banda a pasos agigantados, aunque parecía que todo había sido intentado desde ‘Rubber Soul’. ‘The Beatles’ es un disco realmente complicado, posiblemente el más difícil grabado por los Beatles, aunque fue un disco con enorme éxito de ventas (de hecho fue el disco más vendido de 1968), y sin embargo se muestra como un disco caótico, desordenado; una especie de moderno collage sónico que parece grabado con temas nunca editados, y es que es el álbum de los Beatles menos orgánico que el grupo grabó, no tiene la vida propia que caracterizó el periodo 1965-1967. Se ha especulado mucho con la idea de que si los Beatles hubieran hecho un álbum sencillo, y no doble, hubiera dado origen a otra obra maestra. También puede ser visto ‘The Beatles’ como un ejemplo de ‘la locura de un emperador’, es decir, que los Beatles grabaron un álbum tan irregular y extremo como muestra de su poder dentro de la industria musical. Pese a todo, hay seguidores de The Beatles que consideran este ‘White Album’ como su favorito, incluso hay críticos que lo consideran la obra maestra de The Beatles. Debate vacío, sin duda, porque nos encontramos ante un disco que, si bien no tiene la perfecta completitud de anteriores trabajos, es una joya… es, junto con el ‘Sgt. Pepper’, el disco del cuarteto del que más se ha hablado, precisamente, por su complejidad, pero también por lo polémico de su grabación en la historia de los Beatles. ‘The Beatles’ fue el principio del fin del cuarteto. Las diferencias entre Lennon y McCartney se hacen insostenibles en el seno del grupo, Harrison está harto de presentar grandes canciones y sea continuamente ninguneado, y Starr, en el centro del triángulo, cada vez trabajará menos en el disco. En 1968 The Beatles viajan a la India para iniciarse en la meditación trascendental con el Maharishi, después de su introducción en Gales con el Maharishi Mahesh Yogi. Lo que buscaban era un paso más en esa búsqueda de libertad que habían empezado con el uso de drogas lisérgicas. La experiencia no fue tan enriquecedora como ellos habían esperado (el más contento fue Harrison), pero les sirvió, su breve estancia en la India, para tener mucho tiempo para la reflexión y la introspección, que daría lugar a un buen número de canciones. Cuando llegaron a Londres, sus diferencias eran un hecho, y ninguno estaba dispuesto a ceder canciones suyas por las de otro. La solución fue la más sencilla: grabar y editar todas las canciones. Antiguamente, en la banda, se exponían los temas y se elegían por consenso los más adecuados para el disco y su orden, con protagonismo de Lennon y McCartney, eso sí. Pero esos tiempos habían pasado. Lennon estaba harto de las baladas de McCartney, y este con la figura de divo de aquel, ambos ignoraban el talento compositivo de Harrison que, en ese momento, escribía excelentes canciones; y Ringo que incluso llegó a abandonar el cuarteto durante algún tiempo. Las diferencias entre los miembros empeoran a toda velocidad, y ya no está Brian Epstein para poner paz (murió en el viaje a la India por sobredosis de pastillas para dormir).
     Echando un vistazo al disco ya se intuyen algunas diferencias, desde la misma portada, sin fotos del grupo, sólo una de cada músico en el interior de la carpeta, pero no juntos. Pero también en el contenido del disco, donde se aprecia mejor que nunca la diferencia compositiva de Lennon y McCartney. Sin embargo, a pesar de la falta de unidad (principal crítica que se suele hacer al disco), sería injusto menospreciar un álbum que contiene perlas del tamaño de ‘Back In The U.S.S.R.’, ‘Dear Prudence’ (con sus incontables guitarras volando por todo el tema), o ‘Glass Onion’, por decir sólo las tres que abren el primer disco. Pero es que, recordemos, también es el disco donde aparecen ‘While My Guitar Gently Weeps’ (con alucinante solo de guitarra de Clapton), las roqueras ‘Birthday’ y ‘Why Don’t We Do It In The Road’, la salvaje ‘Helter Skelter’ (posiblemente el mejor ejemplo de hard rock que realizó el grupo junto a la maravillosa ‘I Want You (She’s So Heavy)’, del álbum ‘Abbey Road’), la excitante ‘Yer Blues’, o la maravillosa ‘Happiness Is A Warm Gun’… pero el resultado final, hay que reconocerlo, es tan variado como inclasificable. Hay temas que no están a la altura de los anteriormente citados, como alguna balada de McCartney o algún invento de Lennon (‘Revolution 9’, por ejemplo). ‘The Beatles’ fue el primer disco en el que el grupo empleó un 8 pistas, lo que ayudó a que llevasen al límite su idea de la música de estudio, es decir, si anteriormente grababan temas y los iban arreglando y mejorando, un 8 pistas les da la posibilidad de grabar y mezclar todo lo que la banda fuese capaz de tocar en el estudio (incluso los ensayos y las afinaciones). Con todo, el ‘White Album’ es un disco esencial en la trayectoria de los Beatles, que aun dejarían muestras de su genio en sus siguientes discos, especialmente en el colosal ‘Abbey Road’. 
    The Beatles en el periodo 1965-1968 se convirtieron en un pilar indiscutible de la cultura del siglo XX, de forma que es imposible, o al menos muy difícil, entender el siglo XX sin mencionar a los cuatro de Liverpool, y no sólo por sus logros musicales, sino también, por la influencia que han tenido en la cultura popular. Después de lo que hemos comentado, y aunque siempre se ha visto a The Beatles como un ejemplo de la ‘cultura de masas’ (lo que también se llamó ‘baja cultura’), nosotros pensamos que The Beatles supone una unión total y perfecta entre lo que se ha venido llamando ‘baja cultura’ y ‘alta cultura’, es decir, que abre el ‘arte elevado’, el que desde siempre ha pertenecido a los sectores altos de la cultura, el arte de la nobleza, al pueblo, a ‘la masa’. Así, ellos son el mejor ejemplo de ‘vulgarización de la alta cultura’, de forma que desde entonces es casi imposible defender dicha dicotomía. The Beatles fueron el gran grupo psicodélico de su tiempo, no porque fueran el mejor ejemplo de psicodelia, sino porque ellos abrieron el camino a las bandas posteriores, llevaron pautas que hasta entonces eran minoritarias y las mostraron al gran público. Además, no sólo abrieron el camino a bandas psicodélicas, sino también progresivas, ya que su experimentación musical abrió los ojos de los músicos más inquietos que vieron a raíz de The Beatles lo que un músico pop era capaz de hacer. Hoy en día, pese a quien le pese, The Beatles siguen teniendo la que posiblemente es la obra artística más importante de la música popular. Pocas veces un artista ha recibido un apoyo tan masivo de crítica y público como el que recibieron los Beatles… y hoy parece difícil que esto se vuelva a dar. La obra de los Beatles, ante todo, es un ejemplo de la cultura del siglo XX, sus discos, sus personalidades, sus sonidos, seguirán siendo un filón interminable de estudios, como lo son Picasso o Buñuel, pero su obra también es un tesoro lleno de riqueza, que tiene y tendrá enamorados, dará sorpresas y satisfacciones, durante generaciones y generaciones.


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